jueves, 5 de octubre de 2017

La ermita de la Soledad. Antigua iglesia mayor de Arjonilla

Manuel Jesús Segado-Uceda
Historiador de Arte
Fragmento de texto de un trabajo publicado en otro medio debidamente registrado.

     Descendiendo por "el Botillo", allá donde confluyen las calles Soledad y Vera-Cruz, se erige como vigía de la cantera de arcilla del Albarrá, la ermita de la Soledad. 
     Esta construcción es el edificio religioso más antiguo que “se mantiene en pie”[1] en la localidad de Arjonilla, ya que aparece citado por primera vez en las fuentes documentales durante la visita de la Orden de Calatrava del año 1499, donde se la menciona como “iglesia Mayor” bajo la advocación de “Santa María de Valrico”. Es este dato primordial para datar este templo, que cuenta con una cronología que, al menos, se remonta al siglo XV[2], y  tratar así de enmendar la datación errónea del edificio, del que se ha dicho, e incluso se mantiene en diversas publicaciones digitales, que cuenta con una cronología del siglo XVI y XVII.
Fachada principal de la ermita de la Soledad.
Fotografía propia del autor.

     La ermita que se conserva en la actualidad es una construcción al estilo gótico-mudéjar, realizada en ladrillo. Posee una sencilla pero elegante fachada en cuyo centro se abre la puerta de acceso mediante un arco de medio punto, que se enmarca por sendas pilastras sobre las que se apoya un elemento adintelado que corona la portada, y que nos recuerda al entablamento del orden arquitectónico clásico.

     A ambos lados de la puerta de acceso encontramos dos grandes pilastras que recorren verticalmente la fachada. Sobre una ventana adintelada, que enmascara un arco rebajado al interior, corona el edificio en su parte frontal  una sencilla espadaña en la que se alberga una campana.

Cubierta de la ermita
Fotografía propia del autor

     Al interior, la construcción posee una planta de salón cubierta por bóveda de lunetos (tipo de bóveda resultante del cruce perpendicular de bóvedas de cañón que tienen diferente altura), sostenida por unos arcos fajones a los que se le adosan arcos formeros que habilitan una serie de capillas en las que se les da cobijo a parte de la imaginería propiedad de las cofradías de Arjonilla.
     En la cabecera, desprovista de retablo, se abre un vano que da vista al camarín de la virgen que, con toda seguridad, se construyó en fechas muy posteriores al levantamiento del edificio, coincidiendo probablemente con la proliferación de este tipo de aposento presente en la arquitectura religiosa de la edad Moderna, y que en la actualidad está presidido por la imagen de Ntra. Sra. de la Soledad, obra que no hace muchas fechas se ha atribuido al imaginero valenciano Amadeo Ruiz Olmos[3]. Además, flanqueando la cabecera, existen sendos mascarones que se han insertado casi en el arranque de los nervios de la bóveda.

A la derecha uno de los mascarones del nervio. A la izquierda el interior de la ermita.
Fotografía propia del autor.
     Alrededor de la antigua iglesia de Ntra. Sra. de Valrico se ubicó durante siglos, (suponemos que desde la construcción del templo en algún momento del siglo XV), el cementerio municipal, que se siguió utilizando como lugar de enterramiento durante siglos, e incluso durante los primeros años del siglo XX, hasta que debido a las malas condiciones higiénicas  que presentaba la zona, así como la insuficiencia para cubrir las necesidades de enterramiento de los vecinos de la localidad, se realizan las obras para el nuevo cementerio municipal de Arjonilla en 1915,[4] siendo finalmente inaugurado el 1 de octubre de ese mismo año.

Aspecto que presentaba la ermita de la soledad en los años 50 del pasado siglo.
Fotografía archivo del autor.

     Para acceder desde la antigua iglesia hasta el camposanto o a la inversa, existía una puerta lateral, hoy sellada, que se encontraba situada en el muro sur del edificio, y cuyo rastro es aún visible en la actualidad, coincidiendo su ubicación en la actualidad con la capilla que alberga a San Juan Evangelista.
     El aspecto que podemos apreciar actualmente de la que fue primera iglesia mayor de Arjonilla, es el resultado de diversas intervenciones o restauraciones (de mayor o menor relevancia) que se han llevado a cabo sobre el templo primigenio a lo largo  de sus más de cinco siglos de historia. Entre las intervenciones que ha sufrido el edificio destacamos la que se realizó  tras el terremoto de Lisboa, acontecido el 1 de noviembre de 1755, donde según el informe emitido “La ermita de Nuestra Señora de la Soledad se arruinó del todo, dejando libres las Imágenes”.[5]

Lateral de la iglesia donde se observa la puerta sellada que daba al antiguo cementerio.
Fotografía propia del autor.

     Posteriormente, en el año 1860, el edificio tuvo que someterse otra vez a una nueva intervención de envergadura, cuando la estructura de la ermita se vio afectada a causa de la continua explotación de la cantera de arcilla del Albarrá para el abastecimiento de la industria arjonillera del barro, actividad que ocasionó el desplazamiento del muro norte (que da vista a la cantera), y que acabó provocando el derrumbe de la cubierta del edificio. Prueba de estas reformas es la inscripción  que encontramos sobre la puerta hoy sellada en el muro sur a la que aludíamos anteriormente[6]. Se llevó a cabo entonces el levantamiento de una nueva cubierta para la ermita, además de la construcción de una serie de contrafuertes laterales en talud en el muro norte, actuando esta pared como muro de contención del edificio.
Lateral de la ermita donde se observan los contrafuertes en talud.
Fotografía propia del autor. 

     De igual modo, tras la Guerra Civil Española, conocemos a través de varios testimonios que el edificio quedó muy deteriorado, por lo que fue sometido a diversos arreglos.[7]

     En 1992 se produjo un plan de reforma sobre parte del patrimonio arjonillero bajo la dirección del arquitecto local D. Luis Alonso Salcedo, mediante el que se intervino en diferentes edificios históricos de la población, entre ellos en la ermita de la Soledad, cuya fachada fue restaurada y reformada, procediendo a quitar la cal que cubría el muro al exterior para dejar así el ladrillo visto, y añadiendo las dos grandes pilastras  que flanquean la  puerta de acceso al edificio, y que podemos ver en la actualidad.[8]

     Desconocemos a ciencia cierta el aspecto que poseía la edificación primigenia de la ermita de la Soledad, que se erigió antaño como la iglesia mayor de Arjonilla hasta la construcción de la iglesia de Ntra. Sra. de la Encarnación, aunque por las características que presenta esta ermita, podemos decir que se corresponden a las que presentan los templos erigidos en época turbulenta en la que nuestra zona fue tierra fronteriza; tiempos en los que  lejos de erigir grandes templos, se edificaban iglesias de pequeño tamaño, de una sola nave, carentes de decoración al exterior y que se cubrían por una techumbre de madera al estilo morisco, por lo que estaban desprovistos  de bóvedas.
     Además, para dar contexto al entorno de la ermita de la Soledad, durante el tiempo que fue iglesia mayor de Arjonilla, podemos ubicar en la zona el núcleo urbano de la Arjonilla medieval, que se encontraba aglutinado entre  la ermita y el castillo; y estando la fuente pública más concurrida  situada en el lugar conocido como el Pilar. Basta con solo echar un vistazo al plano de la localidad para poder constatar esto de una manera más visual, pudiendo observar en la zona señalada que las casas y calles se dibujan en el entramado urbano de manera orgánica (callejuelas más estrechas, con recodos, sin orden, etc.), en contraposición con el plano de aspecto más ordenado (con calles de gran longitud, que se cruzan con otras casi perpendicularmente), en torno a la plaza de la Encarnación y a la zona alta de Arjonilla, un urbanismo articulado en época inmediatamente posterior, bien entrada ya la edad Moderna, y que con toda posibilidad tuvo como origen la construcción de la nueva iglesia parroquial de la Encarnación. 
Núcleo urbano de la Arjonilla Medieval.
Imagen: Plano trabajado por el autor.



[1] Destacamos entre comillas porque en realidad el edificio, después de varias vicisitudes, pasó por diferentes reformas y reconstrucciones a lo largo de los siglos, por lo que la parte original del edificio que aún conservamos sea poco más de los cimientos y/o el arranque.
[2] SEGADO-UCEDA Manuel Jesús: “La ermita de Ntra. Sra. de la Soledad. Antigua iglesia Mayor de Arjonilla. Análisis y breve historia”. Agrupación de cofradías de Pasión de Arjonilla. Arjonilla, 2016, págs. 38-41.
[3] LORITE CRUZ, Pablo: Vida y obra de Amadeo Ruiz Olmos. Baeza, Almería. Alcázar D. L., 2011.
[4] AHMA.  AA. CC. Sesión de 12 de junio de 1915
[5] Relación verídica del terremoto en 1º de noviembre de 1755, que aparece recogida en el trabajo de MARTÍNEZ SOLARES José Manuel: Los efectos en España del terremoto de Lisboa (1 de noviembre de 1755). Dirección del Instituto Geográfico Nacional. Madrid, 2001. Págs. 155 y 156.  
[6] Obras que fueron sufragadas según consta en la inscripción por la vecina de la localidad Doña Ana Bernarda Gímenez y Ramírez de Valenzuela, que situamos en 1860, ya que aparece citado en la inscripción D. José Mª Jácome (Palomino), que fuera párroco de Arjonilla entre los años 1860 y 1866, y el alcalde de la localidad D. Manuel Gómez.
[7] SEGADO-UCEDA Manuel Jesús.: “La ermita de la Soledad…”

[8] Estas pilastras fueron añadidas en 1992, y no tenemos constancia de que existiesen anteriormente, ya que al menos, en una fotografía de mediados de los 50, dichos elementos arquitectónicos no aparecen en la fachada del edificio.