Artículo (refundido y ampliado) publicado en la Revista de Semana Santa de Arjonilla 2013.
Manuel Jesús Segado-Uceda
Este pequeño estudio acerca de la tradición realizada por la Cofradía de
Ntro. Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Amargura, no pretende ser
definitivo en absoluto, pues como toda investigación histórica, está abierta a
ser completada y ampliada con trabajos venideros. La pretensión de esta investigación no es otra que,
como su título indica, aproximar a la historia de esta tradición arjonillera, a
través de su historia, a través de su gente…;
La Bocina.
La bocina es un
instrumento de uso tradicionalmente militar, que se hacía sonar en el campo de
batalla, bien para acompañar a las órdenes, bien como elemento de “guerra
psicológica”, para intentar, con su sonido ronco y grave intimidar al enemigo.
Bocina revestida de terciopelo granate
Fotografía propia del autor
Detalle de la boquilla de este peculiar instrumento musical
Fotografía propia del autor
Apuntes de historia de la tradición.
El dato más antiguo
referente a la bocina, aparece en un Pleito de 1769, en el que aparecen
implicadas las siguientes cofradías de la Villa: Vera Cruz, Jesús Nazareno,
Humildad y San Juan Evangelista, motivados porque “…la Cofradía de la Soledad quiere ser preferida en todo…”, dentro
de este documento se desprende la siguiente información; a través de las
alegaciones por parte de la Cofradía de la Soledad, donde se pueden extraer diferentes
datos acerca de los cultos. En lo que nos atañe resaltamos lo siguiente: “…a excepción de aquellos cofrades que van
empleados en conducir bocina,…”[1]
En otro legajo del AHDJ, fechado en 1779, aparecen
recogidos los diferentes cargos existentes dentro de la Cofradía del Nazareno.
De esta manera, además de los cargos de mayordomos, administradores…, nos
aparecen otros cargos, que se elegían en el primer día de la Pascua de la
Resurrección, ejerciéndose los cargos en la Semana Santa siguiente año: “…El
alférez, dos de gobierno, dos tazas (tazas o platillos, que se sacaban para
pedir durante la procesión y actos del Nazareno), uno de bocina y dos de ayuda
de bocina[2]
(llamados también compinches).Estos datos nos hablan de una tradición en el uso
de la bocina, que se remonta al menos hasta la mitad del XVIII.
El toque de la bocina, se
encuentra estrechamente ligado a otra tradición histórica en nuestro pueblo,
“Los pregones”, por lo que intentaremos dar un tratamiento conjunto a ambas
costumbres. La tradición de los Pregones, además de cantarse en Arjonilla, se
ha celebrado y aún en la actualidad se celebra, en diferentes lugares de la
provincia de Jaén; como por ejemplo en La Higuera, Guarromán, Mengíbar,
Villanueva de la Reina, Baños de la Encina, (donde se realizan todavía), así
como en Linares (donde se perdió la tradición) y, en la vecina Arjona,
localidad en la que según Basilio Martínez Ramos, en sus “Anales de la ciudad
de Arjona” nos indica que “…se cantaban
en la madrugada del Viernes Santo en la Iglesia de San Juan (…) costumbre
importada de Arjonilla por Juan Antonio Carmona, abuelo materno de D. Fausto
García Carmona, Presbítero”. Haciendo cábalas sobre el momento de
importación de los pregones desde Arjonilla a Arjona, podemos aventurarnos
diciendo que probablemente fue a mediados del XIX cuando llegó hasta Arjona
esta tradición arjonillera. Además en los Anales aparece recogida una partitura
con la letra y entonación, donde se puede apreciar la gran similitud
(prácticamente idéntica) con la forma de cantar los pregones en Arjonilla.
Continuando con el recorrido histórico, en el Artículo 15 (sección de
“Cultos”), de los estatutos de 1904 de la Hermandad del Nazareno de Arjonilla,
se hace mención a la “celebración del
Sermón”; es decir “Los Pregones”.
Ya en la segunda década
del s. XX, en el año 1926, según nos contaba D. Joaquín Ramírez Sanz[3], los
sermones (pregones), a los que recordaba como un bello acontecimiento, se realizaban durante la madrugada del Viernes Santo; sonaban “…los
motetes de Ojo Gato y Pepitero (Antonio), con la Bocina de Cerote…”, y al amanecer descendía el Nazareno por la Calle de las Parras (actual
C/ Teniente Rueda).
Instantánea anterior a la Guerra Civil donde se recoge el Toque de bocina en Arjonilla
Fotografía de archivo del autor
Con el inicio de la Guerra
Civil, llegaría el cese de la celebración de la Semana Santa arjonillera, por
lo que se perderán los pregones y con ellos el toque de la bocina.
El instrumento, se conservó gracias a que Manuel Chillarón Lara (“Manolico
el Cordelero”) lo guardó en su casa, aunque el estado de deterioro era tal que
tras la Guerra tuvo que ser reparado en el taller del latonero Fuentes Molina. Con
el fin del acontecimiento bélico y la reorganización de la Semana Santa y la
Cofradía del Nazareno (de esto ya hablaremos en otra ocasión), el encargado de
tocar nuevamente la bocina será Nicolás Lara López, mientras que los pregones
serán entonados por Manuel Uceda Moreno y Antonio Jándula Bueno “Pepitero”
durante mucho tiempo. A la misma vez que ésta costumbre, seguirá la tradición
de “pasar las tazas” o “platillos”.
Ya en los años 50 y 60, el
tocador de Bocina será Manuel Jiménez Ruz, mientras que los pregones serían
cantados por el eterno pregonero Pedro Pérez “Mérida”. A comienzos de la década
de los 70, tomará el testigo al toque da la Bocina el hermano de Manuel,
Francisco Jiménez Rueda conocido por todos por “Paco el de las medias”,
manteniéndose esta dupla hasta finales de ésta década, donde la tradición de
los pregones se pierde. Si continuará
saliendo la Bocina en la madrugada del Viernes Santo, sacada por
Fernando Carmona “Tamarilla” y Paco Jiménez “el de las Medias”.
Será en 1986, cuando la
tradición de los pregones se reanude nuevamente. En esta ocasión los pregones
se realizaron por la tarde. A partir de este año, la bocina y los pregones irán
variando sus costumbres. Por ejemplo, en 1987 no se realizaron los pregones,
aunque el toque de la bocina si se pudo escuchar en la procesión del Viernes
del Nazareno, tocada por el clásico bocinero Paco y junto a él, como
“compinche” Manuel José Lara (muy implicado en la Semana Santa arjonillera y
responsable de que algunas tradiciones sigan vigentes). Volverán los pregones
nuevamente por la tarde en 1989, durante estos años seguirá llevando a cabo la
tradición el mismo dúo formado por Paco y “Mérida”, a los que se les une Carmen
Carmona Carmona que cantará el “Manda”, hasta el año 1992, donde un nuevo
“bocinero” Benito interviene en los pregones. Será en 1993 cuando de nuevo se
recupere en la “Madrugá” el canto de los pregones y la bocina, [4] en
ellos vuelve a cantar nuevamente Pedro Mérida y al toque Paco; durante esta
década de los 90, sería compinche el ya mencionado Manuel José Lara, además de
Manuel David Mercado “el lobo”.
Pedro "Mérida" canta los pregones y Paco Jiménez a la bocina.
Con la entrada del nuevo
siglo, en el año 2000, comienza a cantar los pregones el desaparecido Ildefonso
Navarrete (eterno tamborilero), mientras que al toque de la bocina le
acompañará Jesús Segado Hernández (bocinero hasta la actualidad), pareja que se
consolida y continúan la tradición hasta el año 2005 donde se produjo una
Semana Santa atípica en Arjonilla, debido a las obras de la Iglesia Parroquial,
aunque la bocina, sonó de modo testimonial a las puertas de la ermita del
Nazareno. En la Semana Santa de 2006, se vuelven a recuperar los pregones, esta vez cantados desde el coro alto de la iglesia parroquial de la Encarnación. Serán cantados por
los mismos protagonistas, y por primera vez también siendo entonados por una voz femenina, Ana Pons, que se unirá a Jesús y a Ildefonso continuando hasta el 2009. En 2010, se producen modificaciones en la costumbre y
a Jesús (bocina) y Ana (al cante) se une Julio Gavilán, también al cante.
Desde hace unos años, los pregones son entonados por la dupla formada por Ana Pons y Bartolomé Moyano Delgado, acompañados por el mismo bocinero, Jesús Segado Hernández.
Bartolomé Moyano y Ana Pons cantando los pregones desde el coro alto de la iglesia.
Los Pregones.
Los Pregones se dividen en varias partes diferenciadas:
1º Confortación (introducción a los presentes a la Pasión de Cristo)
2º Sentencia de Pilatos (Se intercala con los toques de bocina, reproduciendo
el momento de la condena de Jesús, entre pregón y pregón interviene el sacerdote,
a la vez que se muestra un lienzo con el Ecce-Homo, propiedad Paco López, (y
que fue realizado por un familiar suyo, Manuel Víctor Gómez en los años previos
a la Guerra). Esta costumbre aún se mantiene.
3ª parte Voz del Ángel
A parte nos encontramos con el llamado “Manda”. Una parte que se intercala entre algunos de los versos de los “Motetes”.
Ecce-Homo que se
muestra en los Pregones.
Copia de una obra de Murillo Por Manuel Víctor
Gómez.
Apuntes del anecdotario de la
Tradición de los Pregones y la Bocina.
▪ La tradición nos cuenta
que la bocina se forraba con una tela negra, a modo de luto. En el 2000, año
Jubilar, la nueva directiva del Nazareno decide cambiar el color con el que se
vestía la bocina, y el instrumento pasa a forrarse de rojo. En este 2013 la
bocina volverá a vestirse de negro, color primigenio. La confección de la funda
(que se realizará en Damasco negro) vendrá de la mano de Paco Ruz.
▪ Tradicionalmente, se
cuenta que a la boquilla de la bocina se le echaba un chorreón de anís; según
nos contaba Paco “el de las medias”, de esta manera el instrumento sonaba
mejor…
▪ Salvo algunos años,
durante los noventa los pregones se cantaban desde el coro de la Iglesia
Parroquial.
▪ Aunque la tradición de
los toques de bocina en la madrugada del Jueves a Viernes Santo, se recuperó en
1995, fue a partir del 2009 cuando se instituirá el horario e itinerario
definitivo, comenzando a partir de las 6 de la madrugada, donde el bocinero
Jesús Segado Hernández y su “compinche Pedro Ruano”, (en la actualidad),
recorren las calles de la Villa de Arjonilla, dando como toques oficiales los
siguientes:
En la Ermita de Jesús Nazareno, Puerta del Perdón, En la puerta del
Párroco, En la del Alcalde, en la del Hermano Mayor (Anual), Cuartel “Viejo” de
la Guardia Civil; así como en cada una de las esquinas del recorrido, en la
puerta de los hermanos de la Cofradía e incluso en la puerta del Cronista
Oficial de la Villa (algo que se hace desde 2010).
▪ Durante los años
comprendidos entre 1996-1999 y, en el 2003, la bocina acompañó al Nazareno en
su procesión, siendo Manuel José Lara y Jesús Segado, los bocineros.
▪ Al parecer, durante la
celebración del Sermón (Pregones), celebrado en la Iglesia Parroquial, los
fieles se comían los típicos “hornazos”. Esta tradición finalizó por la
suciedad que se acumulaba en el templo parroquial, en el que acumulaban los
cascarones de huevos que contiene la torta.
▪ Según decía Pedro Pérez,
los pregones,se los enseñó Pedro Castillo “Periquillo Salivilla” e Ildefonso
Carmona, en el domicilio de Manuel Bejarano situado en la calle Pintor Matías
Ruz.
▪ La última reparación de
la bocina, fue a comienzos del 2011, en esta ocasión fue arreglada por Martín
Segado Hernández, mi padre.
▪ La bocina fue expuesta
en ARCOAN en el 2010 y 2012, en Jaén, donde sonaron sus toques. Ha sido
expuesta en el stand de las Cofradías de Arjonilla. En el 2008 y 2011 sonó
también la bocina y un fragmento de los pregones, en el teatro municipal de
Arjonilla, para los pregones de la Semana Santa arjonillera de esos años.
Igualmente sonaría de nuevo en el teatro de Arjonilla, durante el Certamen de
Saetas celebrado en el año 2010, al toque de la bocina Jesús Segado Hernández y
al cante Julio Gavilán. Además la bocina y los pregones estuvieron presentes durante La Feria de los Pueblos, celebrada en Jaén, en sus ediciones de 2014, 2016 y 2017.
Jesús Segado Hernández al toque de la bocina,
junto a su compinche Pedro Ruano al final de "la Madrugá" arjonillera.
Fotografía propia del autor